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3 de febrero de 2012

THE DISAPPEARANCE OF ALICE CREED.

Un muy buen ejercicio de estilo inglés. Tres actores para un claustrofóbico thriller de enorme intensidad, una obra que rezuma teatro pero a la vez es rebosante de ritmo y de intriga, te atrapa en el asiento con su vigoroso guión. El argumento se centra en un secuestro, al principio vemos como dos tipos, Danny (Martin Compston) y Vic (Eddie Marsan), realizan los preparativos de forma muy profesional, para a continuación raptar a Alice Creed (Gemma Arterton), hija de un millonario, la llevan a un apartamento preparado para la ocasión y partir de aquí la historia te sorprende con unos giros sorprendentes enredándose la trama.   El ritmo narrativo es endiablado, nunca dejan de pasar cosas, el suspense está en todo momento presente hilando situaciones de tensión una detrás de otra, no es extraño que se diga que huele a Hitchcock. La cinta prescinde de todo lo superfluo, prima el relato y es una demostración de los pocos medios que hacen falta para hacer una muy buena obra, solo se requiere de un buen guión y aquí lo hay. La fotografía de Philipp Blaubaches un prodigio para crear su opresiva atmósfera. El trío actoral , transmite emociones, nos llega su miedo, sus incertidumbres, dominan el escenario magistralmente, Gemma Aterton (‘Prince of Persia’, ‘Quantum of solace’ o ‘Furia de titanes’) está magnífica, su pavor nos cala, da las aristas que requiere su personaje del que por su ambigüedad no sabemos como reacionará, Martin Compston compone a un raptor maquiavélico y vulnerable excelente, y el que está majestuoso por la pasión que derrocha es Eddie Marsan (‘V de vendetta’, ‘Sherlock Holmes’ o ‘El secreto de Vera Drake’), un portento de carisma, su poderosa personalidad traspasa la pantalla, maneja el lenguaje actoral de modo enérgico emitiendo visceralidad, sublime. Entrañable el homenaje que hay a ‘Muerte entre la flores’ , alabable su buen gusto. Recomendable película  de muy buen cine.