Vistas de página en total

16 de diciembre de 2011

MARATHON MAN

Siete años después de la extraordinaria ‘Midnight Cowboy’, John Schlesinger nos sorprende con uno de los thrillers más impactantes de la década de los 70. Dustin Hoffman vuelve a repetir director desde la mencionada, en la que interpretó a Ratso, un lisiado con tuberculosis y perdedor. ‘Marathon Man’ se trata de una historia bien construida con buena dosis de intriga, que te mantiene enganchado durante todo su metraje. En su primera mitad se describen a la perfección a los personajes, para después interrelacionar unos con otros y ponernos con el corazón en un puño con la otra mitad.

Basada en una novela de William Goldman, quien fue él mismo el encargado de adaptarla para la pantalla, la película contiene escenas muy duras de ver. Posiblemente la escena más famosa y por la que la recordareis, es en la que Babe Levy es torturado por el despiadado doctor Szell con toda clase de utensilios dentales. Un reparto de altura, en el que podemos destacar la química entre Dustin Hoffman y Marthe Keller, un perturbador Laurence Olivier y un lúcido Roy Scheider, para una cinta notable. También hay que mencionar la magnífica fotografía en color de Conrad Hall (A sangre fría y Dos hombres y un destino).

THE HORDE

Los aficionados al cine de terror y al género de los muertos vivientes en particular, parece que nos dediquemos a buscar una aguja en un pajar; normalmente nos tragamos 200 productos infectos hasta dar con esas 1 o 2 películas que realmente valen la pena ver. “La horde” es una de ellas.

Trepidante odisea zombie- chovinística dirigida con buen pulso por Benjamin Rocher y Yannick Hadan, que sin ser el culmen de la originalidad, es uno de los productos más dignos del actual y prolífico panorama del cine de zombies. Siguiendo la estela de producciones más o menos recientes como la saga “28 días después”, “Amanecer de los muertos “o “Dead set”, se trata de un survival-horror en el que un grupúsculo de supervivientes pugnan por subsistir en un ruinoso edificio de la periferia parisina a una horda de zombies antropófagos que corren tras los vivos como galgos en celo.

THE DEAD

Los hermanos Ford, Howard y Jon, parecen nadar contracorriente. Cuando todo parece indicar que el muerto viviente actual tiene que ser propenso a infecciones de todo tipo; tener la agilidad, la fuerza y la velocidad de un superhéroe al que le ha picado una araña radioactiva o verse condenado a provocar la risa facilona en el espectador al ser víctima de todo tipo de ridículas situaciones; este par de osados directores independientes, que debutan en el cine tras una dilatadísima carrera en el sector publicitario, se sacan de la manga una película de zombis que desprende, durante todo su metraje, un delicioso aroma clásico que bebe directamente de los maestros italianos del spaguetti-zombie de los 70 y principios de los 80 (me refiero a los Lenzi, D’Amato, Fulci o Mattei) y que haría las delicias del mismísimo George. A Romero