El planteamiento de la historia es sencillo: Marie va a casa de los padres de una amiga suya de la universidad para estudiar para los examenes. La misma noche de su llegada, un asesino irrumpirá en la casa para acabar con todos ellos. Típico y tópico.
Con un inicio bastante brutal, Alexandre Aja tienta al espectador a unirse a su historia. El espectador llegará a sentir esa "Alta tensión" en cada fotograma y enseguida empatizará con Marie. Dicen que tiene imágenes fuertes, pero, hoy en día, se ha de recurrir a efectos de cualquier índole para llamar la atención de esos fanáticos que ven el metraje. Y lo logra, con creces.
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